jueves, agosto 25, 2011

la niña de la Torrassa


Hace tiempo me contó mi suegro que allá por los años 50, paseando por el humilde barrio de la Torrassa, en la ciudad de l'Hospitalet de Llobregat, se encontró un amigo por la calle al que hacía tiempo que no veía, y dicho amigo, muy contento, le invitó a ir a su casa, que estaba cerca, y conocer a su familia. Vivía en una de esas pequeñas casas de planta baja alineadas con otras, que comparten todas un patio alargado. Allí, le presentó muy contento a sus padres y luego le dijo que le iba "a enseñar" a su hermana. Eso ya le escamó. Cruzaron el patio hasta el fondo, y allí, encerrada dentro de una especie de gallinero, sucio, a la intemperie y sin más muebles que una caja de verduras, estaba sentada una niña de mirada perdida, que le partió el corazón a mi suegro. Se quedó tan sorprendido que marchó casi sin decir nada.
Imaginó que la niña debía tener algún retraso mental y la familia, para no tener que vigilarla constantemente, la metían en ese gallinero en desuso.
La historia me conmovió bastante y sentí la necesidad de dibujarla.
¿Qué habrá sido de ella? ¿seguirá con vida?

domingo, agosto 21, 2011

pájaros en la cabeza


Mi sobrina Ariadna. Comienza a estar en esa edad difícil en la que ni es niña ni es adulta. A lo mejor ella tiene más suerte, a mi, los pájaros no se me han ido todavía.

sábado, agosto 13, 2011

Por un circo sin animales


Los animales de circo, contrariamente a lo que puedas ver dentro de las carpas, para que los humanos se diviertan o entretengan viéndolos ejecutar piruetas antinaturales impropias de su especie, llevan en el circo una vida miserable, encadenados y confinados en espacios muy reducidos y poco higiénicos.
Los circos basan su entrenamiento en métodos violentos de dominación del animal mediante golpes, mangos eléctricos, látigos y ganchos metálicos para obligarlos a actuar. El entrenador que presume de no golpear a su animal, tiene por base un entrenamiento igualmente brutal: hacerle pasar mucha hambre. (Premiar con comida sólo funciona si los animales están hambrientos).
Imaginaos a un elefante, que es un animal inteligente y sensible, vivir en esas condiciones durante toda su vida (y la esperanza de vida de un elefante es de más de 50 años).
Lo único que puede enseñar un circo de estos a nuestros hijos es a no respetar a los animales ni a la naturaleza. Sólo a encerrarlos, humillarlos y torturarlos de la manera que nos apetezca.
Si pasa uno de estos circos por tu ciudad, no vayas a verlos, no fomentes el maltrato animal.

Los circos sí, pero sin animales.

viernes, agosto 12, 2011

ilustraciones de verano




Lápiz de color y barritas acuarelables de la casa Caran d'Ache.
Desde luego, no pinta que me vaya a ganar la vida como ilustradora naturalista, pero me lo he pasado muy bien dibujándolos. Al fin y al cabo, es lo que cuenta.
Ah, se me olvidaba, de arriba hacia abajo son: un Carbonero, un Colirojo y una Tarabilla. Y debo decir que tampoco los animales han tenido la amabilidad y delicadeza de posar para mí (y no será porque no lo he suplicado), son sacados de fotos de revistas y libros de ornitología. Bien quietecitos estaban.
Feliz vacaciones a todos los que estéis en ello y los que ya mismo las tienen.

jueves, agosto 04, 2011

la joven promesa



Esta es Maia, la jovencita de la casa. Le gusta comer plásticos sin que la veamos, martirizar a Neri (nuestra gata viejita) y hacernos la pelota cuando hace alguna trastada de las suyas. Ahora está en un sin vivir, pues todas las noches pasa delante de sus narices un pequeño murciélago que no puede cazar. A veces te dan ganas de estrujarle el cuello, porque no para quieta un segundo, pero se hace querer la muy puñetera.