sábado, agosto 13, 2011

Por un circo sin animales


Los animales de circo, contrariamente a lo que puedas ver dentro de las carpas, para que los humanos se diviertan o entretengan viéndolos ejecutar piruetas antinaturales impropias de su especie, llevan en el circo una vida miserable, encadenados y confinados en espacios muy reducidos y poco higiénicos.
Los circos basan su entrenamiento en métodos violentos de dominación del animal mediante golpes, mangos eléctricos, látigos y ganchos metálicos para obligarlos a actuar. El entrenador que presume de no golpear a su animal, tiene por base un entrenamiento igualmente brutal: hacerle pasar mucha hambre. (Premiar con comida sólo funciona si los animales están hambrientos).
Imaginaos a un elefante, que es un animal inteligente y sensible, vivir en esas condiciones durante toda su vida (y la esperanza de vida de un elefante es de más de 50 años).
Lo único que puede enseñar un circo de estos a nuestros hijos es a no respetar a los animales ni a la naturaleza. Sólo a encerrarlos, humillarlos y torturarlos de la manera que nos apetezca.
Si pasa uno de estos circos por tu ciudad, no vayas a verlos, no fomentes el maltrato animal.

Los circos sí, pero sin animales.

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