mariposas nocturnas

Hoy la casualidad ha hecho que me topase con estas preciosas polillas. La primera (la de la foto superior) durmiendo en mi ropa tendida a secar y la cual no soy capaz de identificar su especie, y la otra, muerta en el suelo, una acherontia atropos, o para que nos entendamos, una esfinge calavera (sí, la misma de la película "el silencio de los corderos"). Me hubiese gustado oirla chillar, como dicen que hace cuando se nota molestada o en peligro.


Las dos son ejemplares enormes y con las alas extendidas, ocupan casi toda la extensión de mi mano (vale, reconozco que tengo las manos canijas).
No me explico como llegan a sobrevivir en la ciudad.

Molan, ¿a que sí?

de jaulas y animales

Hace tiempo que hice este bordado, pero como estoy indignada, lo muestro ahora. Hoy he tenido que escuchar las conversaciones entre propietarios de aves enjauladas, quejándose de que estando la jaula en el balcón o en su ventana, el pobre animalillo desaparece, dejando sólo unas pocas plumas (o a veces lo encuentran dentro de la jaula, mutilado).
Se indignaron mucho cuando les dije que suelen ser cernícalos oportunistas viendo una presa fácil, y a sus preguntas de qué hace un animal así en la ciudad, les expliqué que probablemente los introducen por parejas para aumentar la biodiversidad de nuestras urbes. Y claro, ya viene luego la retahíla de simplerías: que hay que hacer algo con el problema, qué crueldad, que vaya con los ayuntamientos...

De lo que no se dan cuenta es que la mayor crueldad es tener animales malviviendo en jaulas sólo por el egoísmo de tenerlos. Y no sólo aves, también conejos encerrados en minúsculas jaulas, erizos, cobayas, monitos y un largo etc.

Ojalá llegue el día en que la gente deje de presumir con el tan escuchado "me encantan los animales" y aprendan a respetarlos, que es una cosa bien distinta.

Como diría el personaje del programa de humor Polonia, de tv3 "Perdoneu, però algú ho havia de dir" (Perdonad, pero alguien lo tenía que decir).